25/05/2014
Después de haber tenido que anular la salida anterior como consecuencia del mal estado de la mar, con olas de más de metro y medio, haciendo imposible llevar a cabo el estudio de Foto-Identificación: Ballenas y Delfines en el Litoral Catalán, el día se alza con una previsión meteorológica bastante optimista, pero con la incertidumbre de todos nosotros sobre cuales serán las condiciones que nos encontraremos.
Llegamos puntuales al stand de Azimut del puerto de Vilanova y la Geltrú, donda ya nos espera Lluís, que será nuestro patrón en la salida de hoy. Poco después llega todo el grupo, Eva, Anna, Josep, Tina, Flor y Marisa y después de una breve charla de seguridad, zarpamos para empezar el estudio. Por parte de Cetácea, hoy vamos Vicki, Eva, voluntaria que nos ayuda en el proyecto de Foto-Identificación y yo mismo, Oriol.
Nada más salir del puerto, ya vemos que el tiempo y el estado de la mar no tienen nada que ver con el día anterior. El cielo está bastante tapado, el mar está casi plano, sólo hay un poco de mar de fondo y nos acompaña una ligera brisa. En estas condiciones iniciamos el recorrido durante el que podemos observar una gran variedad de aves marinas como por ejemplo gaviotas, alcatraces y pardelas.
Al repasar la fotos realizadas, vemos que una de las pardelas tiene un anzuelo enganchado en el pico, del que cuelga un largo sedal. Se trata de una especie de ave protegida y es probable que la presencia de este anzuelo pueda provocar su muerte.
Llegamos al punto inicial sin haber visto ningún cetáceo y empezamos el recorrido de vuelta en zigzag. Las condiciones ambientales siguen siendo óptimas y la tripulación se anima cuando los rayos de sol, que poco a poco se cuelan entre las nubes, se reflejan intensamente en un punto concreto , situado a unos 600 metros delante de la embarcación. Poco después, una gran columna de vapor confirma que se trata de un rorcual común (Balaenoptera physalus). Empezamos la toma de datos y fotografías tal y como marca el protocolo del estudio. Se trata seguramente del rorcual que hemos avistado más alejado de la costa, entre 14 y 15 millas. Su natación tranquila y su majestuosidad nos cautivan durante el rato que navegamos en su presencia.
Posteriormente, durante el recorrido de vuelta, avistamos 2 rorcuales más, el primero a 11 millas de la costa y el otro a unas 6 millas. Podemos obtener fotografías y datos de todos los avistamientos, que nos ayudaran en el estudio. A pesar de la previsiones de posibles lluvias, el día aguanta y llegamos a puerto satisfechos y con ganas de volver a casa y poder empezar a analizar las fotografías y los datos tomados.