26/01/2020
Días después del temporal Gloria, cuando al fin la calma volvió al Mediterráneo, nos encontramos en el puerto de Garraf para realizar otra salida dentro del marco del proyecto Foto-ID. Estábamos listos para la segunda salida del año. El equipo Cetàcea estaba compuesto por Anna y David como patrones, Ricard y Abel como encargados de protocolo y toma de datos y Silvia como fotógrafa. Como tripulación externa se encuentra Quim. .

Zarpamos tras una semana muy complicada a nivel meteorológico, con un oleaje extremo en el Mediterráneo que, sin duda, iba a marcar la salida. Debíamos estar pendientes de troncos y demás materiales que pudieran haber sido arrastrados por la corriente y que ahora estuvieran a la deriva. Durante toda la salida íbamos a encontrar escombros y restos de las riadas de los días anteriores.

Pasamos las primeras millas con el mar en calma y se iban asomando al Alcyon los primeros indicios de vida marina. Como es habitual, primero las aves marinas hacen acto de presencia: los invernantes alcatraces y gaviotas vulgares, así como las pardelas, vuelan alrededor nuestro en busca de alimento.

Los primeros avistamientos de cetáceos llegarían unas millas después, ya en aguas más profundas. En total, 5 grupos de delfines listados nadaron cerca del Alcyon. Algunos más esquivos que otros, quizás en busca de alimento o simplemente nadando dirección a otras aguas. Los delfines listados hacen vida fuera de la plataforma continental y avistarlos siempre conlleva esperar unas horas para llegar hasta esas aguas más profundas.

Para algunos de nosotros, quizás, la joya del día fue encontrarnos a escasos metros de un frailecillo. A diferencia de otras ocasiones, este individuo se quedó observándonos muy cerca de la embarcación. Normalmente, su naturaleza esquiva les hace zambullirse evitando así nuestras miradas curiosas.
Finalmente y mientras cae el Sol, ponemos rumbo al Club Nàutic del Garraf. Quim nos explica que ha sido una experiència fabulosa y que no tardarà en repetir