05/07/2020
El pasado domingo, como es habitual, quedamos un poco antes de las ocho de la mañana para realizar una nueva salida del Proyecto Foto-Identificación: Ballenas y delfines en el litoral catalán. Esta vez salimos a bordo del Alcyon y nos acompañan Rosa, Roser, Maria, Guillem, Assumpció, Gemma y Marta, Los miembros del equipo de Cetácea que componen la tripulación junto a Anna, la patrona del barco, son Montse y Laura, encargadas de la recogida de datos y Oriol y Carlos como fotógrafos.


Antes de zarpar, repasamos las medidas de seguridad a seguir en relación a la Covid-19, y una vez salimos de puerto, como de costumbre, iniciamos el briefing para comentar más detalles sobre el proyecto que la asociación realiza y explicar todo aquello que podemos observar durante las salidas. Nada mas salir de puerto una gaviota de Andouin sobrevuela la embarcación en dirección sur mientras los tripulantes van situándose a lo largo del barco con el fin de otear los 360º de la embarcación.
La jornada, durante la mañana, transcurre tranquila. El mar esta en calma y el viento sopla levemente, lo que permite una apacible navegación. A lo lejos, observamos un grupo de paíños que sobrevuelan nerviosos un cuerpo inerte que flota en la superficie. Decidimos acercarnos para observar detenidamente de que se trata. Al acercarnos, las aves se alejan unos metros de la embarcación y podemos observar un trozo de algún animal marino, que no podemos identificar a simple vista, en estado de descomposición. Unos pocos minutos después observamos de nuevo el grupo de paíños, en mayor número esta vez, y anotamos que se trata de un grupo de no menos de 50 individuos.



A medida que avanza la mañana, empieza a soplar el Lebeche, un viento del suroeste que en esta época del año es bastante habitual. Este viento facilita que las olas se encrespen y provoca la aparición de los conocidos como borregos, que dificultan la observación de cetáceos.
Dada la dificultad de observación a causa del estado del mar, y que durante la mañana ya habíamos podido realizar el transecto indicado para esta salida, decidimos poner rumbo a puerto. Durante la vuelta, podemos observar una manta o raya que nada alrededor de nuestra embarcación a una cierta profundidad.
Volvemos a puerto sin haber podido hacer ningún avistamiento de cetáceos, pero con la sensación de haber pasado una jornada agradable compartiendo experiencias y conocimientos sobre estos maravillosos animales.