Delfín común

CC: Gonzalo Jara / Associació Cetàcea

Datos técnicos

  • Nombre científico: Delphinus delphis
  • Autoría: (Linnaeus, 1758)
  • Catalán:  Dofí comú
  • Inglés: Short-beaked common dolphin

  • Clasificación taxonómica:
    • FÍLUM: Chordata
    • CLASE: Mammalia
    • ORDEN: Cetartiodactyla
    • SUBORDEN: Cetacea
    • FAMILIA: Delphinidae
    • GÉNERO: Delphinus
    • ESPECIE: Ddelphis
  • Se puede confundir con: Delfín listado

  • Características de identificación individual:
    • Muescas del margen posterior de la aleta dorsal.
    • Forma e intensidad de la coloración de la aleta dorsal.

Patrón de natación:
  • Estado de conservación en el Mediterráneo: En peligro (UICN)
  •  

  • Estado de conservación en el mundo: Datos Insuficientes (UICN)

  • Distribución en el Mediterráneo:

Hasta el año 1994 sólo se reconocía una especie de delfín común, pero posteriormente se ha visto que hay como mínimo dos especies dentro del género: el delfín común (Delphinus delphis), que es el que se puede ver en el Mediterráneo, y el delfín común de hocico largo(Delphinus capensis). La alta variabilidad de la especie ha conllevado que se haya propuesto la existencia de una subespecie única del mar Negro (Delphinus delphis ponticus), aunque su estatus taxonómico no ha sido confirmado aún.

En general se trata de individuos más bien delgados, son un cuerpo estilizado, una aleta dorsal más bien alta, falcada y puntiaguda. A pesar de su nombre, tienen un hocico bastante largo, bien diferenciado del melón. Las aletas pectorales son delgadas y puntiagudas.

La principal característica es su patrón de coloración. Presenta un dorso y parte lateral superior del cuerpo oscuros, con una forma de “V” justo debajo de la aleta dorsal. La parte ventral es blanca o clara. En los laterales presentan una marca con forma de reloj de arena tumbado, siendo la parte anterior o torácica de un color amarillento u ocre y la parte posterior más bien gris.

Tiene entre 80 y 120 dientes pequeños, afilados y puntiagudos en cada mandíbula.

El tamaño medio en adultos es de entre 1,7 y 2,7 metros, mientras que los recién nacidos miden entre 0,7 y 1 metros. Presenta un pequeño grado de dimorfismo sexual en ciertos caracteres. En general se ha visto que los machos son ligeramente mayores (un 5%) que la hembras, tanto en longitud total como en otros elementos, como puede ser el cráneo. Además, los machos adultos presentan una giba post-anal (Neumann et al., 2002) que se cree que podría estar relacionada con el tamaño de los testículos y ayudaría a las hembras a escoger a los machos más sanos desde un punto de vista reproductivo (Murphy & Rogan 2006). Así pues, implicaría que aquellos individuos con una giba mayor tendrían unos testículos más grandes y una mayor capacidad de producción de esperma.

El delfín común es una especie que está distribuida sobretodo en aguas tropicales y templadas de los océanos Atlántico y Pacífico. Puede vivir en aguas costeras o más alejadas, aunque parece tener preferencia por las zonas de afloramiento y con fondos submarinos con una pendiente pronunciada

Está presente tanto en el Mediterráneo como en el mar Negro, donde distintos autores lo consideran una subespecie diferente. A pesar de que no hay estimaciones de abundancia para la totalidad de cuenca, se sabe que su distribución no es homogénea, sino que hay ciertas áreas donde su abundancia es mayor. En general se puede decir que es mas abundante en la parte occidental del Mediterráneo, sobretodo en el mar de Alborán, región comprendida entre la costa sur de la península ibérica y la costa norte de África, donde se estimó su población alrededor de los 14.736 individuos en los años 1991 y 1992. Su presencia es regular en el mar de Tracia, el mar Egeo y en la parte más oriental del mar Jónico. En la costa norte de África hasta Túnez y en las costas occidentales de Córcega y Cerdeña se pueden observar grupos aislados. También se ha visto en el mar Tirreno, Adriático y en el canal de Sicilia. En el mapa inferior se pueden ver las diferentes áreas donde el delfín común es más abundante.

Algunos estudios centrados en marcadores genéticos han establecido que la población que habita el mar de Alborán es genéticamente más cercana a las poblaciones atlánticas adyacentes que a las poblaciones del este del Mediterráneo (Natoli, 2004). Los mismos estudios apuntan que el intercambio génico es más frecuente entre las poblaciones atlánticas y la del mar de Alborán, que entre esta última y las del este del Mediterráneo. Esta separación genética entre las poblaciones mediterráneas podría ser consecuencia de una distribución diferenciada, prefiriendo tipos de hábitats distintos.

El hábitat de esta especie no se ha estudiado tan profundamente como en otras especies de cetáceos, pero se sabe que en el Mediterráneo varia en función de la población. En este sentido se ha visto que la población más occidental, sobretodo aquella que se encuentra en el mar de Alborán, puede habitar aguas neríticas, ligadas a la plataforma i talud continental y también aguas más oceánicas. En esta zona a menudo forma grupos con otras especies. En los ambiente pelágicos puede coincidir con el delfín listado (Stenella coeruleoalba), y en los neríticos con el delfín mular (Tursiops truncatus). Las poblaciones que viven en la parte este del Mediterráneo ocupan aguas neríticas, más cercanas a la costa. En general suele habitar áreas con una profundidad de entre 1 y 400 metros, con una preferencia por las aguas más profundas de 200 metros. No es frecuente observarlo cerca de la costa. En el suroeste del Mediterráneo se ha visto que las áreas cercanas al talud continental estarían frecuentadas sobretodo por grupos con individuos lactantes, mientras que en las zonas de aguas más profundas se encontrarían mayoritariamente grupos sin crías (Cañadas & Hammond, 2008).

La dieta del delfín común, varía en las diferentes áreas que habita, debido a que lo podemos encontrar en hábitats distintos. En general la alimentación se suele producir en aguas más bien superficiales, sobretodo hasta los 200 metros de profundidad (Bearzi et al., 2003 & Perrin et al., 2009), y está compuesta principalmente por diferentes especies epipelágicas o mesopelágicas de peces y diferentes especies de calamares. En el Mediterráneo se ha visto que la dieta estaría formada principalmente por especies de peces de tamaño más bien pequeño y que forman grandes bancos, como puede ser el boquerón (Engraulis encrasicolus), la sardina (Sardina pilchardus), la alacha (Sardinella aurita) y la aguja (Belone belone), pero también por algunas especies de cefalópodos, y de forma menos habitual algunos crustáceos.

A pesar de esta variedad en la dieta, algunos estudios han mostrado que el delfín común no es un depredador oportunista, sino que centra sus esfuerzos en capturar presas con un alto contenido energético, para hacer frente a los altos requerimientos energéticos de su metabolismo y forma de vida (Spitz, et al., 2010).

Como en otras especies de cetáceos, hay diferencias bastante importantes en la reproducción y el ciclo vital entre las poblaciones de las diferentes regiones. En general se puede decir que es una especie con una edad máxima entre los 25 y 30 años. La gestación suele durar entre 10 meses y un año. El tamaño al nacer oscila entre los 82 y los 104 cm. El periodo entre partos se alarga entre 1 y 3 años en función de la región. El destete se produce hacia los 6 meses en los individuos del mar Negro y más tarde en el resto de poblaciones. La madurez sexual no se alcanza hasta que los individuos no miden entre 150 y 200 cm a una edad de entre 3 y 12 años, en el caso de los machos y de entre 2 y 7 en el de las hembras. La época reproductiva varía mucho en función de la zona y puede comprender periodos entre primavera y otoño o incluso todo el año. En general pare que las poblaciones que habitan aguas más frías presentan una mayor sincronía con la reproducción. En la tabla siguiente se muestran más detalladamente las diferencias en cada uno de los parámetros en las poblaciones de las diferentes regiones. No hay mucha información para la población de delfín común del Mediterráneo en todo lo referente a la reproducción y ciclo vital.
Región T.A.N. (cm) L.M.S. (cm) E.M.S. (años) Lactancia (meses) P.E.P. (años) T.M. (cm) Época reproducción Edad Máxima (años)
Mediterráneo ♀ 217 – 222 ♂ 220 – 222
Mar Negro 80-90 ♀ 150 – 170 ♂ 170 – 180 ♀ 2 – 4 ♂ 3 19 1,3 – 2,3 ♀ 178 – 200 ♂ 191 – 219 22
Pacífico N 82 170,7 8 16,5 ♀ 199 ♂ 211 Mayo – Junio 27
Pacífico Trop. E 87 186,5 7,9 19 2 ♀ 200 – 213 ♂ 221 – 235 Todo el año 25
Atlántico NO 92,7 200 8,3 16,5 2 ♀ 215 ♂ 236 Julio 30
Atlántico NE 104,1 200 9 – 13 16,5 3,5 ♀ 222 – 230 ♂ 231 – 250 25
T.A.N. Tamaño Al Nacer – L.M.S. Longitud Madurez Sexual – E.M.S. Edad Madurez Sexual – P.E.P. Periodo Entre Partos – T.M. Tamaño Máximo

El delfín común es una especie que generalmente forma grupos de tamaño medio, aunque a menudo se pueden ver agrupaciones de centenares y hasta miles de individuos. Se cree que estos grupos tan grandes estarían compuestos por subunidades más pequeñas, de entre 20 o 30 individuos, formadas muy probablemente por individuos con una relación de parentesco más cercana. En el Mediterráneo, la media de los grupos varía en función de la región. Los más pequeños están compuestos por poco más de una decena de individuos, mientras que los más grandes pueden alcanzar el centenar de animales. En el mar de Alborán se han registrado grupos de hasta 600 individuos. Algunos autores han visto que en el suroeste del Mediterráneo, las agrupaciones más numerosas se producen sobretodo alrededor del talud continental. (Cañadas & Hammond, 2008).

Es habitual que interaccione con otra especies de cetáceos, pudiendo llegar a viajar juntos. Son frecuentes las interacción con individuos de los géneros Globicephala y  Lagenorhynchus. En el Mediterráneo se los ha visto compartir grupo con el calderón gris (Grampus griseus), esporádicamente con el delfín mular (Tursiops truncatus) y de forma muy habitual con el delfín listado (Stenella coeruleoalba). Las asociaciones con esa última especie se dan sobretodo en aquellas zonas donde ambas especies comparten hábitat y se ha visto que las interacciones con otras especies son más frecuentes en zonas donde la abundancia del delfín común ha disminuido.

En el mar es relativamente fácil de reconocer, porque se trata de un delfín de tamaño medio, robusto y con una parte torácica frontal bastante grande y muy clara. Esta coloración clara y el hecho de que se lo puede ver fuera del agua con facilidad, pueden facilitar su diferenciación de otras especies, como puede ser el delfín listado (Stenella coeruleoalba). La aleta dorsal es triangular, falcada y puntiaguda y puede ser desde totalmente negra a presentar un centro más claro. La marca en forma de reloj de arena tumbado que presenta en ambos lados del cuerpo, también es una característica que facilita su identificación.

El delfín común es un nadador muy rápido con una actividad aérea muy espectacular. Es habitual verlo saltar fuera del agua o dar golpes con las aletas pectorales o la aleta caudal sobre la superficie del mar o incluso realizar saltos mortales. Un comportamiento muy característico es el que se conoce como pitch poling, y que consiste en realizar un salto vertical alto y caer de lado. También es bastante habitual verlo siguiendo las estalas de las embarcaciones. Las inmersiones pueden durar hasta un máximo de 8 minutos, a pesar de que habitualmente oscilan entre los 10 segundos y los 2 minutos.

A parte de todas las características morfológicas típicas de la especie, cada individuo presenta unos rasgos propios que permiten su identificación individual. En el caso del delfín común hay dos características principales utilizadas por los distintos grupos de investigación de todo el mundo.

  • Forma e intensidad de la coloración de la aleta dorsal: La coloración de la aleta dorsal puede variar de forma muy significativa entre los distintos individuos. Puede ser desde completamente negra, hasta presentar una coloración muy clara en su parte central que se mantiene estable en el tiempo.
  • Muescas del margen posterior de la aleta dorsal: La forma y la disposición de las muescas que muchas especies de delfines presentan en el margen posterior de su aleta dorsal, se mantienen estables en el tiempo. En el caso del delfín común, a pesar de no tener tantas marcas como otras especies, la forma y la disposición de las muescas es una buena forma de reconocer a cada individuo que las presenta.
  • Otros mecanismos: Además de las dos anteriores, hay otras características que pueden facilitar el reconocimiento individual, aunque en menor medida. Se trata de la presencia de deformidades físicas de la parte dorsal, como gibas o aletas anormales o la presencia de una coloración corporal no habitual.

La UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) considera que el estatus de conservación de la especie a nivel global es de preocupación menor. En conjunto, se puede decir que es una especie muy abundante, con poblaciones bastante numerosas en las diferentes áreas estudiadas. En el este del océano Pacífico tropical se estima que la población estaría formada por unos 2.963.000 individuos, mientras que un poco más al norte, en la costa oeste de Estados Unidos, estaría compuesta por unos 352.000 animales. En el Atlántico los números son un poco menores, pero aún y así bastante abundantes: unos 63.400 individuos en aguas de la plataforma continental europea, alrededor de 273.000 en aguas oceánicas, 61.000 en la parte occidental del golfo de Vizcaya y unos 121.000 en el Atlántico oeste. Estudios recientes en el mar Negro han estimado la población en varios miles de individuos, pudiendo llegar hasta los 100.000 o más.

En el Mediterráneo, el delfín común es un buen ejemplo de como los factores ambientales y la actividad humana, que muchas veces los altera, pueden conllevar una variación importante en la abundancia y distribución de una especie. Hasta la década de 1960 era uno de los cetáceos más abundantes y era muy común en áreas que actualmente ya no frecuenta o en las que es muy raro. Actualmente no se sabe con exactitud el tamaño de la población. Los últimos estudios de abundancia fueron realizados en los años 1991 y 1992 y apuntaban que la población del mar de Alborán (en el suroeste del Mediterráneo) estaría formada por unos 14.736 individuos. Teniendo en cuenta estos aspectos y que la tendencia poblacional es decreciente, la UICN ha catalogado el delfín común del Mediterráneo bajo el estatus de especie en peligro. Las siguientes son algunas de las posibles causas del decrecimiento poblacional:

  • Competencia con otras especies: Aunque no hay evidencias científicas que lo corroboren, varios autores creen que el aumento de la población de delfín listado (Stenella coeruleoalba) durante la segunda mitad del siglo XX podría haber contribuido a la disminución de la población de delfín común en el Mediterráneo. A pesar de que los hábitats de ambas especies se solapan en algunas partes de su área de distribución, su dieta es bastante diferente, coincidiendo sólo en pocos tipos de presas. Otros autores creen que esta disminución podría estar causada por otros fenómenos que generarían grandes cambios en las comunidades marinas, afectando en última instancia a los números y/o distribución de los cetáceos del Mediterráneo.
  • Cambios ambientales: A pesar de que se cree que no son la mejor explicación para la disminución de la población de delfín común, (Bearzi et al., 2003), sus efectos, unidos a otra problemáticas que se detallan a continuación, han contribuido a la disminución de los individuos de esta especie en el Mediterráneo. Aún y así, los cambios ambientales (ya sean de origen antrópico o natural), no afectan de forma directa a las distintas especies de cetáceos, sino que lo hacen de forma indirecta, provocando primariamente cambios en la distribución y abundancia de sus presas (Selzer et al., 1988 & Bearzi et al., 2003), que acabaran afectando a la distribución de los cetáceos.
  • Contaminación: El mar Mediterráneo es un mar bastante cerrado y sus costas están entre las más alteradas por la acción humana. Este hecho, sumado a la importante actividad industrial y agraria de la región, hace que los cetáceos que viven en él, presenten unas concentraciones elevadas de contaminantes en su organismo. Estos compuestos se incorporan a los organismos mediante un proceso conocido como bioacumulación, que consiste en la acumulación de sustancias químicas dentro de los organismos en concentraciones más elevadas que en el medio ambiente que les rodea. Los contaminantes son incorporados en primera instancia por los organismos filtradores y van pasando a niveles tróficos superiores gracias a la depredación. A medida que lo hacen, sus concentraciones también van aumentando. De esta manera, los organismos que se encuentran en la parte más alta de la red trófica, suelen ser los que presentan unos niveles de contaminantes más elevados.
    El delfín común del Mediterráneo presenta unas concentraciones de contaminantes (sobretodo de DDTs) más altas que otros conespecíficos suyos de otras áreas (Borrell et al., 2001), aunque la concentración de DDTs y otros contaminantes es más baja que en otra especies de cetáceos del Mediterráneo (Fossi et al., 2003). Se ha visto que los contaminantes pueden tener efectos adversos en cetáceos como pueden ser desórdenes en el crecimiento, depresión del sistema inmunitario, disfunción del sistema reproductivo, etc. que pueden significar un factor de estrés para la población (Borrell et al., 2001). Además, se cree que los contaminantes pueden haber contribuido a la propagación de brotes epidémicos en otras especies de cetáceos, como sería el caso de la infección por Morbilivirus del delfín listado (Stenella coeruleoalba) en el Mediterráneo (Aguilar & Raga, 1993) o del mismo delfín común en el mar Negro (Birkun et al., 1999).
    Se ha visto que hay ciertas áreas, como el mar de Alborán, que es la región del Mediterráneo con una abundancia más alta de delfines comunes, que están menos contaminadas. Hay cierta controversia sobre cual es el papel de los contaminantes en la disminución de la población de delfín común, pero las comparaciones de la información toxicológica obtenidas en cada región tendrían que contribuir a esclarecer este aspecto.
  • Pesca accidental y directa: Hasta la década de los 50, el delfín común era cazado de forma directa en muchas regiones del Mediterráneo y, en alguna pocas, lo continua siendo en la actualidad. Su carne era valorada para el consumo humano o para su uso como cebo y la especie era vista como una competencia directa por muchas flotas pesqueras. Además, algunos métodos de investigación conllevaban la muerte de los individuos estudiados.
    La pesca accidental ha sido y todavía sigue siendo una amenaza muy importante para muchas especies de todo el mundo. En el Mediterráneo, el uso de redes de deriva en la pesca del pez espada (Xiphias gladius) y de alguna especies de túnidos, ha supuesto la pesca accidental de muchas especies de peces (pez luna, (Mola mola), algunas especies de tiburones, etc.), tortugas marinas e incluso cetáceos, afectando sobretodo al delfín listado(Stenella coeruleoalba) i al delfín común. En este último caso, no se cree que la pesca accidental sea la única causa de la disminución de la población, pero si que haya contribuido de forma significativa en dicha disminución. El impacto de esta metodología de pesca sobre el delfín común es grande ya que afecta especialmente a crías extremadamente jóvenes (Silvani et al., 1999). Algunos estudios han calculado que la acción de la flota española hasta el 1994 causó la muerte de unos 183 individuos en 1993 y unos 145 en 1994. Estos números representarían alrededor del 1% de su población. La pesca mediante el uso de redes de deriva fue prohibida por el gobierno español en el año 1991, aunque se continuó utilizando hasta 1994. Se ha estimado que en el momento de máximo uso de las redes de deriva se capturaban alrededor de 8.000 individuos en mares italianos y unos 10.000 en toda la cuenca mediterránea (Bearzi, 2002). Actualmente, aunque esta práctica pesquera está prohibida en todo el Mediterráneo, aún hay países que la siguen utilizando. En este sentido, el número de cetáceos capturados accidentalmente por la flota de Marruecos, habría llegado a niveles parecidos a los de principios de los 90, capturando unos 1.800 individuos anuales (Tudela et al., 2005). La Comisión Ballenera Internacional dictamina que una extracción de individuos superior al 2% de la mejor estimación de la población, puede conllevar su disminución i se deberían tomar medidas para evitar la captura accidental. En el caso de la flota marroquí, se estima que captura anualmente poco más del 10 % de la población de delfín común del mar de Alborán (Tudela et al., 2005 & EJF, 2007). Se desconoce cual es la afectación concreta de este método de pesca sobre las especies de cetáceos, pero se cree que la captura accidental puede ser insostenible para muchas poblaciones de mamíferos marinos en muchas regiones.
  • Sobreexplotación pesquera: Como en muchas otras zonas del planeta, los stocks de peces del Mediterráneo han ido disminuyendo en las últimas décadas debido a la industria pesquera. Este impacto ha sido aún mayor en las especies de pequeños peces pelágicos como la sardina (Sardina pilchardus) o el boquerón (Engraulis encrasicolus), ya sea para usarlos para consumo humano o como alimento para piscifactorías de especies de niveles tróficos superiores (Lleonart 2005 & Piroddi et al., 2011). Muchas de estas especies tienen un papel ecológico clave en el Mediterráneo (Coll et al., 2012) y también forman parte de la dieta del delfín común (Bearzi et al., 2003). En general se cree que la sobreexplotación no es el único factor que ha conllevado la disminución de la población del delfín común, pero si que se ha visto que su efecto ha contribuido significativamente, y en algunas regiones del Mediterráneo es el principal causante (Bearzi et al, 2008 & Piroddi et al,. 2011). La sobreexplotación pesquera es una preocupación en todas las áreas del Mediterráneo en las que se ha estudiado el delfín común.

Hay diversos convenios internacionales que protegen al delfín común. Entre ellos se hallan el apéndice II del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES), por los apéndices I y II de la Convención de Especies Migratorias (CMS) o el Acuerdo sobre la Conservación de los Cetáceos del mar Negro, Mediterráneo y el Área Atlántica adyacente (ACCOBAMS). En el Mar Mediterráneo solo hay una gran Área Marina Protegida, en el mar de Liguria, situado entre la costa norte de Córcega e Italia. Ésta queda lejos de la distribución del delfín común. A finales del año 2013, el gobierno español aprobó la designación de 4 Lugares de Importancia Comunitaria marinos (2 de ellos en el Mediterráneo) a los que se les añadieron 6 más antes de finalizar el año, y que tienen que asegurar la conservación de los hábitats y especies de estas áreas. Esta designación esta incluida dentro del proyecto LIFE INDEMARES y es fruto de una investigación y la colaboración entre varias entidades iniciadas en el año 2002. Otras iniciativas parecidas se han y se están llevando a cabo en otras zonas del Mediterráneo. Aún y así, puede ser que estas iniciativas no sean suficientes para la conservación de esta especie y habría que emprender otras medidas para prevenir una posible futura disminución de la población del delfín común. Entre otras, estas actuaciones deberían incluir la reducción de la sobreexplotación pesquera y la reducción de la degradación de hábitats (Bearzi et al., 2003).

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