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Plásticos, la trampa del mar

“No hay salida que no veamos residuos flotando, y que por supuesto, seguimos recogiendo en la medida de nuestras posibilidades”

Desgraciadamente el plástico vuelve a ser noticia, una vez más, hemos sido testigos de sus consecuencias. El pasado 23 de enero,  en una de nuestras salidas que forman parte del proyecto Foto-identificació: Balenes i dofins al litoral català tuvimos la gran suerte de ver un delfín común solitario, nos afectó mucho descubrir que sobre su aleta dorsal tenía un plástico enganchado, hay que recordar que según la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la naturaleza), esta especie está catalogado en el mediterráneo como en peligro de extinción. 

No es la primera vez que vemos este dantesco espectáculo, como por ejemplo nos pasó con un calderón gris que también llevaba un plástico enganchado en su aleta dorsal, o con una tortuga boba que encontramos inmóvil en la superficie con un artilugio hecho a base de botellas de plástico enganchado en su aleta anterior, fue su día de suerte, ya que, si no hubiéramos actuado, su supervivencia se hubiese visto seriamente amenazada. De hecho, no hay salida que no veamos residuos flotando, y que por supuesto, seguimos recogiendo en la medida de nuestras posibilidades. Entre los residuos que más nos sorprenden encontramos los globos usados para los cumpleaños, que impulsados por el viento acaban en el mar engrosando todavía más, la carga de contaminación del castigado mediterráneo.

Somos plenamente conscientes que por cada plástico que vemos hay cientos de miles en el fondo. La compleja morfología de los fondos marinos del mediterráneo funciona como trampas de plástico, y si a eso, le añadimos el hecho de ser un mar semicerrado con una densa población en sus costas, tenemos la fórmula perfecta para un gran desastre ecológico si no hay una buena gestión.

Aproximadamente un 80% de los residuos que  van a parar al mar provienen de la tierra y además, un porcentaje muy importante de todos los residuos (80-90%) corresponden a residuos plásticos. Según un reciente informe de la IUCN, cada año se vierten al mar Mediterráneo más de 200.000 toneladas de plásticos, imaginaros, descargar 500 contenedores al día, y el problema lejos de estancarse, sigue aumentando.

Hay muchas referencias bibliográficas que determinan las graves consecuencias tanto de la ingesta, como del enredo. Estas consecuencias pueden derivar en la muerte del animal, por tanto, constituyen una grave amenaza para la conservación de algunas poblaciones.

¿Y entonces que? ¿cómo resolvemos este gran problema?

Hoy en día resulta difícil imaginarse un mundo sin plástico por sus innumerables aplicaciones, el uso o mejor dicho el mal uso y la pésima gestión que se ha hecho de él ha sido el detonante de este gran problema. 

¿Dónde está la solución?, la respuesta es muy simple, en ti, en mi, en todas y todos, pequeñas acciones que podamos hacer como comsumidoras/es responsables, inteligentes y sostenibles son la clave de la solución. Y debemos actuar YA, porque no podemos seguir a este ritmo, hagamos una reflexión sobre nuestros hábitos de consumo, pensad que muchos de los residuos los podemos evitar, reciclar está bien reducir, minimizar es mucho mejor, muchos de los residuos que generamos son de embalajes, no hay mejor residuo que aquel que no se genera, y al final, somos nosotras/os quienes elegimos y compramos los productos. Además, debemos exigir políticas ambientales mucho más ambiciosas que reduzcan de forma clara la producción de estos residuos, la prohibición de plásticos de un solo uso que entró en vigor en julio del 2021 es un primer paso pero no es suficiente si  no queremos dejar a nuestras generaciones este pésimo legado.